La descuartizaron y colocaron la cabeza en un muñeco de Hello Kity.
Fan Man-Yee (víctima) intenta robarle la billetera a un amigo perteneciente a la Triada. La billetera contenía 4.000 dólares. Descubrieron a Fan y le obligaron a pagar lo robado, además de 10.000 dólares adicionales. Sin embargo, Chan le pide 16.000 dólares más por "intereses".
Chan y dos colegas de la Triada secuestran a Fan Man-Yee y la encierran en un departamento lujoso de siete habitaciones sobre Gransville Road.
Comenzaron a castigar a Fan por simple diversión. Obligaban a la mujer a sonreír mientras era golpeada brutalmente. Sujetaban a Fan Man - Yee, prendían fuego unas pajillas y dejaban correr el plástico derretido en los píes de ella hasta que se empezaba a ampollar sin importar los gritos desesperados de Fan. Luego le lanzaban aceite de guindilla sobre sus pies. A veces, se lo quemaban directamente con fuego y luego golpeaban sus píes salvajemente con gruesos palos.
En algunas ocasiones le orinaban la cara y la boca, y si se negaba a ingerirlo la golpeaban.
Ellos estaban bajo los efectos de clorhidrato de mentafetamina según se creía. Y a medida que pasaba el tiempo las torturas se hacían más duras.
En los días finales de Fan Man-Yee ella estaba enferma y maltrecha, y tenía momentos de inconsciencia algunas veces. Solía estar desparramada en el suelo y colgada de los pies en el techo en un cuarto putrefacto mientras los responsables iban a jugar videojuegos a un local cercano.
En sus horas finales Fan Man-Yee se encontraba tirada en el suelo del baño. Una mañana, Ah Fong ingresa al baño y la encuentra muerta.
Los criminales no se decidieron qué hacer con el cadáver putrefacto de la mujer, así que fueron otra vez al local de videojuegos.
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A la mañana siguiente, bajo los efectos de la droga, tomaron una decisión: colocaron el cuerpo en una bañera y lo cortaron en trozos. Chan le cortó la cabeza con un serrucho. Los demás desnudaron a la mujer, la trituraron y pusieron los trozos en el refrigerador. Pusieron los intestinos en una bolsa y los hirvieron hasta que dejaron de echar olor. Hirvieron la cabeza de la mujer hasta ser una calavera. Cuando estuvo lista, cosieron la cabeza dentro de un muñeco gigante de Hello Kity. Tiraron la mayor parte del cuerpo a la basura y le dieron las piernas y brazos a unos perros vagabundos de la calle.
Todo salió perfecto hasta que Ah Fong sufrió pesadillas con la mujer asesinada, tal vez por remordimiento. Ah Fong dijo que la mujer la perseguía, y la veía atada con alambres colgada del techo. Cuando ya no soportó más, fue a declarar a la policía, que acudió al llamado guiados por la niña que había ayudado a torturar a la pobre mujer.
Encontraron un diente, algunas visceras, pero lo más escalofriante: una cabeza freída dentro de un muñeco de Hello Kity.
El trío de criminales fue condenado a prisión perpetua. La niña no fue condenada por su participación en el juicio.
Uno de los peores casos de asesinatos en el mundo.
Encuentros Misteriosos.
